miércoles, 23 de abril de 2014

Bestias mitológicas
encerradas en cavernas congeladas
que no se adecuan a las normas
Feroces regocijos
alientan la palmada, el desprecio
y algún santo que no calla
ni se piensa, ni se sabe
Jolgorio de 3 am
en las salpicadas caras
que ampollan esos
ojitos de incertidumbre
que mantienen a flote
el suspiro
si es que hubo alguno
si es que hubo
si es que
si es
si


Rastrojeros saltimbanquean
calle machucada
y las bestias siguen encerradas
El granito de arena que
creías ver
que creías ver nacer
que creías que podía ser
la salvación
lo que confusamente llamas
salvación
y solo lo haces
porque no te queda
otra
si es que alguna vez
hubo alguna
No me creas desmemoriado
pero yo se
(me parece)
que te desubicas
según tu gusto
no mi forma
Y a eso solo queda
una posible solución:
da vuelta la página

martes, 15 de abril de 2014

LAS MANOS



las manos esclavas
las manos de niños esclavos
las manos de un mundo de esclavos
un mundo de igualdad:
todos esclavos








Julio César Pol

Poeta puertorriqueño

viernes, 4 de abril de 2014

Fin de semana





Hace poco tuve una re pesadilla, pero que luego se tornó agradable. Soñé con Freddy Krueger. Yo estaba caminando por un supermercado, entre las góndolas, y en una de esas, de la nada, se aparece Freddy Krueger. Re sacado. El chabon mira para todos lados con la mirada re sacada. Se acerca a una embarazada que estaba observando los precios de los postres, y con la mano que tiene normal le empieza a tocar el orto. Re atrevido el chabon, después no se que flasheó y empezó a pinchar las botellas de coca cola y salían chorros de coca como si fuera una manguera a presión. El chabon pone la boca y empieza a tomar. Pero eso no es todo, en una me ficha y empieza a caminar hacia mi. A mi se me frunció el orto, que queres que te diga. Cada vez se acerca más, y cuando esta cerca mio lleva su brazo hacia atrás dándole envión como para darme un zarpazo, yo grito: ¡¡noooo!! Y el milagro sucede a tiempo. Se escucha una voz que grita: ¡Freddy! lo nuestro aun no termino. Era un chabon vestido con equipo de gimnasia, el contorno de su cuerpo se veía enigmático, intente divisar su cara, pero la visera de una gorra que traía puesta impedía ver sus ojos. Freddy se detiene y se queda tieso observando, pero su semblante muestra seguridad. El recién llegado comienza a caminar hacia nosotros, y antes de que vea su rostro grita: ¡Deja al pibe en paz, la puta que te parió! Levanta la mirada y veo que es Benji Price, el aclamado arquero de los Supercampeones. Freddy comienza a reírse como un idiota. Benji saca una pelota y dice: Te voy a hacer cagar hijo de puta! y le patea un pelotazo. Freddy la pincha con una de sus garras. La hace estallar en mil pedazos. Se agarran mano a mano. Empiezan a pelear, Freddy le hace un tajo en el brazo a Benji, pero este no se achica. Pega un salto y le encaja una patada voladora en la nuca, Freddy cae. Ahí Benji pega otro salto y cuando desciende le atizó un golpe en los huevos. Freddy pega un grito con voz aguda: ¡¡putoooooo!! A todo esto la gente se escondía detrás de las góndolas. Yo me acerco a Benji como para abrazarlo de la emoción, y para agradecerle, y siento una especie de calor en la espalda, empiezo a toser. Freddy me navajeó un pulmón. Caigo al piso, Benji grita: ¡noooo, enfermo hijo de mil putas ¿que hiciste?! Entonces Benji pega un salto (siempre andaba pegando saltos por ahí) y se tira encima de Freddy, le empieza a dar masa. Le rompe la nariz. Freddy lo empuja y logra sacárselo de encima. Yo veo todo esto mientras agonizo. Freddy se incorpora y trata de sacarse la sangre que le chorrea por la cara, pero el imbécil se pasa la mano que tiene el guante y se hace un tajo en la cara y empieza a gritar. Eso lo saco aun mas. Benji empieza a tirarle una especie de lluvia de pelotazos, pero Freddy muy ágil las esquiva. Se acercan y luchan cuerpo a cuerpo. Ya es el final. Alguno de los dos va a morir.  Benji le patea en las pelotas otra vez y Freddy cae al piso en posición fetal. Como Freddy también es elástico (ya que siempre esta dentro de un sueño) estira el brazo y le da un tajazo en los tendones que están detrás de la rodilla, Benji cae al piso al toque. Desangra. Freddy se incorpora y rengueando se va acercando a Benji. Este comienza a retroceder, arrastrándose. En el piso va quedando una franja roja de sangre. Yo que observo esto, estoy cada vez peor. Mi visión se apaga lentamente. Freddy se agacha para dar el ultimo zarpazo y eliminar a Benji. Yo ya no doy mas. Tampoco quiero ver, cierro los ojos. Espero ya el fin. Pero de repente escucho  gritos de Freddy. Abro los ojos y me los restriego. Hay dos seres que están levantando a Freddy en el aire. Uno de cada brazo. Observo mejor y noto que también tienen ganchos en sus manos. Veo mejor, y lo comprendo todo. ¡Están aquí para salvarnos! son Wolverine y Edward el joven manos de tijera. No lo puedo creer. Lo tienen a Freddy en el aire. Ambos se agachan, toman vuelo y salen impulsados hacía arriba. Ya en el aire, cuando llegan a gravedad cero, Wolverine amaga a que le va a dar un zarpazo, pero cambia la trayectoria del golpe y le da una patada en las pelotas. Freddy en el aire se pone en posición fetal otra vez. Comienza a caer al grito de: ¡mutante del orto! ¡la concha de tu deforme madre! Wolverine y Edward descienden pausadamente. Esta inmóvil, parece que tiene algún hueso roto. Edward se apresura y le saca el guante. Me ven, se acercan a mi y me dicen que resista, que todo va a estar bien. Yo empiezo a cerrar los ojos. Pero al instante escucho bocinazos. Es una bocina como de camión. «Ahí vienen» dice Wolverine. Con el último esfuerzo abro los ojos y me quedo impresionado al ver un colectivo semejante. Es un colectivo que dentro hay gente gritando, cantando. El colectivo está pintado con colores lisérgicos, como el de los Merry Pranksters. Frena a unos metros de donde estamos. Se escucha mucho barullo, no puedo divisar quienes están dentro. Desciende del ómnibus, algo que parece ser una mujer. Está encapuchada, con un gran vestido blanco. Es radiante. Despide una luz casi cegadora. Se para junto a mi, Wolverine y Edward se hacen a un lado. Ella se agacha, acerca su boca a donde tengo el tajo en la espalda, y comienza a soplar. Un enorme halo de luz ilumina todo desde su boca. Empiezo a sentir un frió satisfactorio que recorre mi cuerpo. Me empiezo a sentir mejor, con mas fuerzas. En un momento la luz se vuelve imposible, y en un segundo se apaga.Aún débil, pero recuperado del todo, empiezo a darme vuelta. La mujer me ayuda. La miro y le digo titubeando: Gracias, ¿pero quien es usted? Se sacó la capucha y me dijo: Soy Saori, Saori Kido. Me quedé helado. ¡Era Saori Kido! la reencarnación de la Diosa Atenea. Me ayudó a levantarme. Mientras veía que Wolverine y Edward habían bajado del colectivo una especie de camilla vertical con rueditas, en donde estaban sujetando a Freddy con lienzos. Edward subió cuidadosamente a Benji al colectivo para ser atendido. Wolverine le metió a Freddy en la boca algo que parecía ser una pastilla. Le dijo: Quédate tranquilo que no es veneno. Luego le colocó un bozal al mejor estilo Hannibal Lecter, y con Edward lo subieron al colectivo. Saori me llevo hasta la escalera del mismo, y me dijo: Vos decidís. Si te queres quedar acá, solo, o venir con nosotros. Estamos haciendo un viaje de ácido, vamos a Chascomus a pasar todo el fin de semana de pepa. ¿Que haces? A partir de acá el resto es historia. Pase el mejor fin de semana de mi vida, y me encamé con Jessica Rabbit.



martes, 1 de abril de 2014

* Fragmento de una posible micro-novela, aun en periodo de gestación (y poco propensa a la hipernarrativa)




  • Cuando era chico íbamos con mi familia a San Bernardo casi todos los veranos.
  • Un verano pasamos una semana en una casa alquilada que se situaba en un barrio de chalets y calles de conchilla que quedaba a diez cuadras de la playa.
  • Los únicos niños éramos: mis dos primos, que eran hermanos, y yo.
  • Para mantener ocultas sus identidades, voy a llamar a mi primo Hansel y a mi prima Gretel.
  • Yo tenía once años, Hansel doce y Gretel nueve.
  • En la esquina había una plaza con muchos arboles.
  • Empezamos a ir allí.
  • Al segundo día nos hicimos amigos de cuatro pibes que eran del barrio. 
  • Tres chicos y una chica.
  • En el centro de la plaza construimos una especie de fuerte con ramas aun humedas que estaban apoyadas sobre un enorme pino.
  • Esa semana llovió tres días seguidos.
  • Algunas de las tardes nos la pasamos en el fuerte contando historias de terror o cualquier cosa, ya éramos un grupo de amigos consolidado.



  • El último día, minutos antes de irnos, Hansel y Gretel me dijeron para ir por última vez a la plaza.
  • Acto seguido, Hansel y Gretel comenzaron a derribar el fuerte que con tanto esfuerzo habíamos construido con los demás chicos.
  • A partir de ese día la palabra de Hansel y Gretel, para mi valen una mierda.